2027-capitulo-7
“Hola Wakaba. ¿Qué clase de persona es Umezono-san?”
De la nada, Kaori me pregunta eso. Sus ojos gritan: “Estoy muy interesada”. ¿Qué clase de relación cree que hay entre Komaki y yo?
“¿Cómo sabría que tipo de persona es ella?”
“¿Qué quieres decir? Son amigas de la infancia, ¿verdad? Sabes muchas cosas, ¿verdad?”
Nunca dije nada sobre el hecho de que Komaki y yo éramos amigas de la infancia, y tampoco lo ocultaba. Si me preguntan, responderé; si no me preguntan, no diré nada.
Sin embargo, dado que muchas personas en la escuela no saben que estoy relacionada con Komaki, creo que es inusual que la gente me haga preguntas como esta.
“Aunque no sé mucho, antes de eso, ¿Cómo supiste de mí y Umezono?”
“Ah, fue por onēsama”.
Kaori se mueve teatralmente y se sienta a mi lado. Y señalando a Marín, empezó a agitar su mano llamándola y gritó: “¡Muchas gracias onēsama!”.
Kaori es una amiga que hice después de entrar a la preparatoria, pero Marín ha sido una amiga desde la secundaria.
(Ndt: la secundaria en Japón se divide en secundaria básica(chugaku) y preparatoria o bachillerato(kōkō))
Ya lo entiendo.
Komaki y yo pertenecíamos al mismo club en nuestra escuela secundaria local y la mayoría de la gente conocía nuestra “peculiar” relación.
Marín y yo estábamos en el mismo club, por lo que probablemente nos conocía bastante bien a Komaki y a mí. Aunque puede que no sepa sobre el incidente que pasó entre nosotras en ese entonces.
“Kaori quiere saber sobre Ume-chan, así que hablemos de ello.”
Marin llamaba a Komaki Ume-chan. Komaki tiene una bonita apariencia exterior, y tiene muy buenas relaciones con la mayoría de nuestros compañeros y profesores.
(Ndt: ume significa flor de ciruelo, que simboliza la belleza y popularidad)
Marin también es hermosa y popular, o más bien, muy amable con todos, por lo que es posible que se lleve bastante bien con komaki. No sé qué pasará si llegara a conocer la verdadera naturaleza de Komaki.
“¿No supiste de su episodio popular? ¡Diez chicos se le confesaron en un día! O algo así era el rumor”.
“No, no creo eso sea verdad. ¿Y por qué quieres saber más sobre Umezono en primer lugar?”
“Quiero cambiar mi imagen.”
“¿imagen?”
“¡Yo también quiero ser tan popular como Umezono-san!”
Es un grito desesperado. Tampoco creo que Kaori no sea popular. Su rostro está bastante bien formado y sus expresiones en constante cambio son encantadoras.
Komaki no debería ser el estándar. Ella se comporta elegantemente con lo que sea que la rodea de forma natural y tiene un rostro terriblemente hermoso.
Su voz es clara y hermosa, y tal vez porque es atlética, incluso su sudor parece refrescante.
Al menos, eso es lo que escuche de unos chicos una vez.
Por lo que puedo decir de ella, tiene una buena personalidad y nunca fue sarcástica o creída, por lo que les resulta agradable tanto a los chicos como a las chicas. Lo mejor que ella podría hacer es tratar a Komaki como tal y no compararla consigo misma.
Si, soy una idiota por no seguir mis propios consejos y, aunque lo sé, sigo desafiándola una y otra vez.
“Creo que también seré popular si obtengo ese tipo de aura popular estando con ella”.
“Entonces, ¿por qué no vas a hablar con ella? Solo dile: quiero que seas mi amiga…”.
“¡Imposible! Si voy primero, su resplandor me quemará y moriré”.
“Ella no es el sol”.
“Es muy similar”.
Kaori es básicamente una persona sociable y es el tipo de persona que puede hablar con cualquiera sin miedo. El poder de Komaki para intimidar a todos a su alrededor, incluso a ella es nada menos que sorprendente.
Pero el sol. ¿Se le puede comparar al sol?
Puede que no se equivoque. La brillante luz del sol quema los ojos de las personas, haciendo imposible ver su verdadera naturaleza a simple vista. Sin embargo, la gente todavía admira al sol y trata de beneficiarse de él.
Estoy en un estado en el que uso gafas para ver ese sol llamado komaki, pero todavía no entiendo su verdadera naturaleza. Después de todo, solo soy un humano y estoy demasiado lejos de la esencia del sol.
“Quiero al menos saber qué tipo de vida lleva Umezono-san. Tal vez si la imito, yo también pueda brillar”.
Es una vida bastante normal. Vive en una casa normal, desayuna normalmente y va a la escuela con normalidad.
Justo cuando estaba a punto de tomar un sorbo, olí un leve aroma a flor.
Casi lloro.
“¿Estás hablando de mí?”
Escuché una voz ligeramente más aguda de la que estoy familiarizada. Mucha gente decía que era agradable escucharla, pero a mí no me gustaba, aunque tampoco la odiaba.
“Uh… uh, Umezono-san.”
Kaori se puso tan nerviosa como un gato asustado. Casi me río de su cambio tan brusco.
“Oye, Ume-chan. Es inusual que vengas a mi clase.”
Marin saluda a Komaki con una vaga sonrisa. Komaki sonrió y le devolvió el saludo.
“Sí. Pensé que me gustaría hablar con Wakaba por un momento.”
Komaki dice eso y sonríe amistosamente.
Este salón de clases era como un santuario y nunca me había invadido hasta ahora. Pero hoy, tal vez algo haya cambiado en ella, entraba a este salón de clases con una cara amistosa como si fuera algo de lo más normal.
Sintiendo una sensación siniestra provenir de ella, me recliné un poco en mi silla.
“Ya veo. Ah, ¿por qué no vamos las cuatro a jugar tenis la próxima vez? Quiero tener un rally con Ume-chan por primera vez en mucho tiempo”.
Marín comienza a hablar a su propio ritmo.
Kaori está con una expresión sorprendida. Yo igual. Komaki muestra una sonrisa y Marín se comporta igual que siempre. Es un poco caótico. Decidí esperar y ver qué pasaba sin decir nada.
“Está bien. También quería salir con Marín nuevamente después de mucho tiempo. Um… es la primera vez que nos vemos, ¿verdad?”
“Eh, sí. Encantada de conocerte. Soy Kaori Wakamatsu. Sí. Um, uh, encantada de conocerte”.
“Encantada de conocerte. Um… ¿puedo llamarte Kaori?”
“Sí, sí. Por favor, claro.”
“También puedes llamarme Komaki. Encantada de conocerte, Kaori.”
Komaki me miró.
¿Estás intentando decirme que la llame Komaki también? Cuando alguien te trata, así como lo hace ella conmigo, es difícil llamarla por su nombre así sin más.
Bueno, no creo que Komaki quiera que la llame por su nombre.
“Gracias”
Demasiado educada. ¿A dónde fue la Kaori habitual? Cuando dejé escapar un pequeño suspiro, Komaki me agarró la mano.
“Entonces tomaré prestada a Wakaba por un tiempo.”
“Recuerda pagar los intereses”.
“No la alquilaré por más de diez días, no se preocupen”.
No quiero que me alquiles ni un minuto.
Ojalá hubiera podido decir eso, pero no pude decir nada cuando vi la imperiosa sonrisa de Komaki.
En primer lugar, ella no reconoce mi dignidad actual. Últimamente, he empezado a tragarme mis quejas cada vez que recuerdo “eso”.
Miro detrás de mí mientras Komaki me lleva de la mano. Kaori estaba congelada y Marin nos miraba muy entretenida. ¿Por qué parece tan feliz? Intenté preguntárselo mirándola fijamente, pero ella simplemente se rio más feliz que antes y no entendí nada.
“El sábado. Iré a la casa de Wakaba”.
Susurró con su voz habitual.
Frente a la puerta que conduce a la azotea. Este lugar, que en secreto es un lugar secreto, era perfecto para reuniones secretas. Aunque a veces subía gente durante las pausas para el almuerzo, sorprendentemente hay poca gente a esta hora, lo que supone mucho tiempo libre entre clases.
“No tienes derecho a negarte, ¿verdad? Para asegurarme, me pondré en contacto con tu madre”.
Saqué mi teléfono e intenté enviar un mensaje rápido. A Komaki no pareció gustarle eso, y con una mirada insatisfecha en su rostro, me saca la blusa de la falda.
Justo cuando lo levantó y expuso mi ombligo como lo hizo en nuestra “cita”, acercó su rostro al mío.
Un dolor agudo me recorrió.
Parece que todavía estaba pensando en lo que hice con ella en el centro comercial y decidió chuparme el estómago en lugar de besarme. Puede que sea mucho mejor que un beso, pero esto parece aún más pervertido y no puedo evitar fruncir el ceño.
Creo que definitivamente la piel de mi estómago tendrá una hemorragia interna. Me deprimo un poco al pensar en el llamado chupetón que me quedará en el estómago. ¿En serio me pone tan triste tener que dejar que Komaki ponga su marca en mi cuerpo?
“No sé quién de las dos tendría menos dignidad con algo como esto”.
Sentí que si decía cosas como “duele” o “para”, perdería, así que fingí estar tranquila y darle una bofetada blanca.
“Chuparle la barriga a alguien en un lugar como este. ¿No te da vergüenza?”
“En realidad no. Si puedo lastimar a Wakaba, no hay por qué avergonzarse”.
Es un comentario egoísta y de mala fe. Si lo piensas bien, ¿no es extraño que ella me odie tanto sólo porque seguía desafiándola?
Bueno, si hubiera alguien que me retara una y otra vez, ¿no la odiaría?
Pero la razón por la que llega tan lejos es porque Komaki tiene horrible personalidad. Komaki siempre fue así. Y no, no creo que yo tenga una personalidad lo suficientemente buena como para criticar a los demás, pero no creo que yo sea tan mala como Komaki.
Todavía deseo que Komaki sea feliz y no quiero que llore. No creo que esté bien herir o hacer llorar a alguien sólo porque lo odias. Probablemente Komaki sea diferente a mí.
“Esto es lo peor”
No sé qué estaba pensando Komaki con mis palabras, pero me muerde el estómago ligeramente. No duele. No parecía que tuviera la intención de dejar marcas de dientes y me mordió suavemente el estómago como un cachorro mimado.
Lo trazó con su lengua, intentando comprobar dónde había mordido, e inclinó la cabeza como si no estuviera satisfecha con ello.
De verdad, me pregunto qué está pensando…
“… Umezono”
Komaki no responde. En el silencio, su lengua se desliza sobre mi estómago. Siento que es un lienzo. En lugar de un cepillo, una suave lengua con la cantidad justa de calor me recorrió y me tiñó la piel.
A diferencia de la pintura, sólo uso saliva, que no tiene color, y me indica el recorrido exacto de su lengua mientras se movía sobre mí.
Tan pronto como el cosquilleo desaparece y la saliva se seca, la trayectoria rápidamente se vuelve vaga y no puedo distinguir nada. Desaparece. Lo que intenta dejar atrás, lo que ha hecho, todo.
Levanté la cabeza con suavidad, preguntándome si eso estaba bien.
Intenté acariciarme el estómago, pero no quedaron marcas. ¿Por qué me siento tan ansiosa? El hecho de que no pueda sentir la prueba del acto no significa que no sucedió.
“¿por qué?”
Dejé escapar una voz ronca.
“¿Por qué quieres quitarme algo importante para mí?”
¿Es solo porque me odia?
¿Pero en serio es solo por eso?
Si quisiera acosar a alguien que no le agrada, incluso si Komaki no lo hace personalmente, puede hacer que otra persona me acosara tanto como ella quisiera. Ella tiene ese poder. Pero es todo lo contrario, ella hace todo lo posible para ensuciarse las manos, pisotea mi dignidad y parece obsesionada con intentar robarme algo importante.
Me pregunto si la razón de esto es simplemente porque realmente me detesta hasta esos límites.
Tengo mis dudas, pero si me preguntas qué otro motivo hay, no tengo ni la más remota idea. Por eso quiero escuchar lo que ella tiene que decir.
“No lo sé, Wakaba.”
“¡¿Qué?!”
“Creo que es porque Wakaba es Wakaba”.
Eso parece una frase filosófica. Es cierto que no soy Komaki, ni tampoco Kaori o Marin. ¿Pero qué demonios significa eso?
“Si me odias, solo dilo y ya”.
Dije como si tirará algo de basura sobre ella. Las palabras que lance rebotaron en la cabeza de Komaki y cayeron sin causarle ningún daño.
“Wakaba es una idiota”.
“¿Qué es eso? ¿Un palíndromo?”
(Ndt: se refiere a que uso un juego de palabras que suenan igual: idiota significa baka y blablabla, cosas japonesas XD)
“No lo entenderías. Ni siquiera sabría cómo explicarlo a Wakaba.”
“¿Qué quieres decir con que no puedes explicarte?”
“Está bien. Sé que no tiene sentido decir nada de todos modos.”
Komaki me da unas palmaditas en el estómago y baja las escaleras. Quiere terminar la discusión diciendo la última palabra e irse. No tengo ni idea de lo que dijo. ¿Qué estaba pensando y qué diablos quería hacer conmigo? Ojalá pudiera gritarle todo lo que no me gusta de ella, y sacar a la luz sus defectos.
Odio a komaki y komaki me odia a mí.
Una vez que esa suposición desaparecía, sentía que no la entendía aún más de lo que no la entiendo ahora.
“Solo eres una idiota muy idiota.”
(Ndt: acá había un juego de palabras, comenzaba con baka y terminaba en baka, también podría decir: al final una idiota es una idiota)
Las palabras que murmuré se fueron por el viento cayendo escaleras abajo sin molestar a nadie.