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2058-capitulo-29

“Wakaba… Wakaba, despierta. ¡Wakaba!”

Puedo escuchar una voz que es demasiado clara para ser un sueño. Cuando abrí lentamente mis ojos, vi a Komaki. Su figura iluminada por las farolas parecía la de un ángel viniendo a saludarme.

Supongo que estoy muerta. Pensando en esto, miré hacia arriba. El sol se ha puesto por completo y el cielo negro me devuelve la mirada.

A medida que mi conciencia que se desvanecía se hizo más clara, mi cuerpo se estremeció por el frío.

“Eres… Umezono… ¿eres real?”

“¿Por qué estás medio dormida aquí? Mira que dormir en un lugar como este. ¿Qué pasaría si te resfrías?”

“Como compensación por lo del otro día, creo que le pediré a Umezono que me cuide. Por favor, asegúrate de no resfriarte también”.

“No lo haré”.

“Gracias”, digo riendo. Komaki me estaba mirando sin ninguna expresión en su rostro. Su rostro es hermoso incluso sin emociones, pero creo que se vería aún más hermoso si sonriera con emoción.

La razón por la que pienso cosas tan estúpidas es probablemente porque estoy medio dormida.

“¿Han reanudado el servicio del tren?”

“No lo han hecho todavía”.

“¿Entonces, porque estas aquí?”

“Hay vehículos convenientes en este mundo llamados automóviles. Y por lo visto, Wakaba no sabe de eso”.

Ella vino y se sentó a mi lado.

Entonces noté que su expresión era un poco más sombría de lo habitual.

“Estás……enojada?”

“¿Por qué?”

“No, es que eso es lo que me parecía. Me diste miedo”.

¿Tomó un taxi para llegar aquí? Supongo que era de esperar, sus padres nunca habrían conducido tan lejos.

Creo que ya entiendo cómo llego hasta aquí. Al mismo tiempo, me sorprendió un poco que ella hubiera venido desde tan lejos.

“¿Tomaste un taxi? Debió costarte mucho dinero, ¿no?”

“…No precisamente.”

“Ya veo. Y no me dirás cómo descubriste dónde estaba, ¿verdad?”

“Escuché algunas líneas en el anuncio y había un indicio de que era el mar. Busqué por todas partes las estaciones que conectaran con el mar”.

Komaki dice eso con una mirada indiferente en su rostro. ¿Es acaso Komaki millonaria?

“Lo siento. Te hice desperdiciar tu dinero… Pero no era necesario que vinieras a recogerme”.

“De qué estás hablando”

Ella toma mi mano. Su mano estaba tan caliente que sentí que mi mano congelada se derretiría con su agarre.

“No vine a recogerte. Vine a secuestrarte”.

“……Que?!” (Ndt: ok, esto si me sorprendió 😳)

Ella simplemente me arrastró. Cuando miré el reloj instalado en la plaza frente a la estación, eran las 7:00 p.m. Ha pasado menos tiempo del que esperaba, pero me pregunto qué hará a continuación.

“Oye. Me duele un poco la mano”.

Me arrastraron a caminar por la ciudad de noche. A diferencia de mí, ella parece haber estado mirando el pronóstico correctamente, ya que está abrigada. Me pregunto si es por eso que la llaman perfecta.

Sólo mi mano que estaba conectada a ella estaba caliente, todo el resto de mi cuerpo estaba frío y no podía calmarme.

Tomadas de la mano, caminamos hacia la playa. El mar de noche tiene un aspecto completamente diferente al de día. La transparencia que solía acoger a tantos turistas ha desaparecido y se ha convertido en un color negro que parece tragárselo todo. Quizás porque la luz era tenue, no pude ver la expresión en el rostro de Komaki mientras caminaba un poco delante de mí.

¿Qué significa secuestrarme?

Me pregunto si nos iremos en un barco pesquero. Lo que hace Komaki siempre es bastante extravagante, así que realmente no se lo que va a hacer.

“Umezono”

Le hablo casi en un susurro. Ella suelta mi mano y se vuelve hacia mí. Naturalmente miro hacia arriba y su mirada choca con la mía. Ojos de colores profundos me miraban, como el mar nocturno que se traga la luz.

“…Wakaba. Todo está bien. Competiremos aquí y ahora.”

Dice en voz baja.

El sonido de las olas se escucha a lo lejos.

El sonido de su respiración golpeó mi lóbulo de la oreja más fuerte que las olas. Es silencioso pero ruidoso.

“Y si pierdo…”

“Yo tendré tu primera vez”

No hace falta preguntar a qué primera vez se refiere.

“Incluso si no aceptas la pelea, lo tomaré por una rendición. Piénsalo en diez segundos. Después de diez segundos, secuestraré a Wakaba”.

Es tan repentino.

Traté de pensar en algo por un segundo, pero luego todo desapareció.

Si no tienes el tiempo o la energía para pensar en ello, sólo hay una cosa que puedes hacer.

“Está bien. Competiremos ahora. Pero primero, cierra los ojos”.

Ella pareció desconcertada por un momento, pero luego cerró los ojos.

“Entonces inclínate”.

Komaki se inclina. Veo que hoy es bastante obediente.

Y la obediente Komaki es a la vez espeluznante y linda.

Puse mi mano en su mejilla y la besé suavemente.

Si, después de todo, no me siento feliz. Mi corazón no palpita y no siento que la amo. Simplemente siento como si algo cálido y cómodo se desbordara, se mezclara y fluyera dentro de mí.

No es que siempre haya querido hacerle algo como esto a Komaki. Se volvió algo extraño para mí, porque Komaki seguía besándome una y otra vez.

Si Komaki no me hubiera hecho nada, yo tampoco haría nada. Creo que seguiríamos siendo solo amigas de principio a fin. Luego, naturalmente, nos separaríamos, nos volveríamos a encontrar unos años más tarde y comenzaríamos una relación en la que habláramos de cosas simples, como la persona con la que estábamos saliendo y nuestros hijos.

Es culpa de Komaki que eso no haya sucedido.

La razón por la que me volví loca, la razón por la que ella puede besarme sin que pueda resistirme, todo, todo, todo.

Todo es culpa de Komaki.

“Perdí”

Me alejé silenciosamente de ella.

“¿Waka…ba?”

La separación de nuestros labios es diferente a otras veces. Ni siquiera puedo burlarme de la cara que puso Komaki.

“Wa… Wakaba.”

Ella me mira con expresión atónita.

Pareces una idiota.

Quizás yo también puse esa cara cada vez que me besabas.

“¿Puedo preguntar por qué dijiste que me ibas a secuestrar ahora?”

Komaki no dice nada. Dejé escapar un pequeño suspiro.

“Antes. Dijiste que no lo entendería incluso si me lo decías, pero no lo sabremos nunca a menos que tú me lo digas. Quiero saber cómo te sientes, Umezono.”

Demonios, estoy a punto de escuchar cosas que no debería escuchar después de todo. Esto es algo que romperá los fundamentos de quiénes somos, y aunque es malo preguntarlo, no puedo dejar de hablar de ello.

Por eso, en el fondo no quería conocer a Komaki.

Había algo extraño en Komaki, que hizo todo lo posible para encontrarme. Yo también estoy loca porque cuando dijo que va a conseguir mi primera vez, no tuve miedo.

Lo que estaba reteniendo, era algo que no debería dejar fluir porque podría romper mi corazón fácilmente si le diera la oportunidad, así que no sentí que pudiera detener lo que iba a pasar. Las cosas que había reprimido durante mucho tiempo se desbordaron, fui arrastrada por ello y dejé de ser yo misma.

“Yo tampoco sé cómo me siento. Si no entiendo mis sentimientos y los de Umezono, ya no se que voy a hacer”.

“…Wakaba”

Me dijo que me odiaba, entonces le respondí que yo también la odiaba.

Entonces, ¿Qué pasaría si me dice que me amas?

No lo sé. No tengo idea de cómo va a resultar eso. Me asusta mucho si algo saliera mal y Komaki tomara una mala decisión. Ni siquiera puedo asumir la responsabilidad de mis propios sentimientos, así que tampoco puedo asumir la responsabilidad de los sentimientos tan cambiantes de Komaki.

Pero no puedo parar ahora.

Los desencadenantes fueron cosas triviales, como el hecho de que apreciaba su portaminas o que no sentía ninguna emoción en la palabra “odio”. El baluarte de mi corazón debe ser tan frágil como para que algo así pueda haberlo roto tan fácilmente.

“Voy a secuestrar a Wakaba ahora. Haré que te quedes conmigo está noche”.

Ella no me dice lo que quiero oír, solo me toma la mano.

Una voz rígida y una expresión rígida. ¿Es nerviosismo o miedo lo que se ve detrás de su rostro inexpresivo? Cada vez que pierde su expresión tranquila, puede ser que esté tratando de ocultar algo detrás de ella. Me pregunto qué nos pasará si descubrimos lo que hay en su corazón.

Me guardé esas preguntas sin respuestas.

Mi corazón comienza a caer hacia ella de repente, como si estuviera cayendo por una colina.

Terminé yendo a un hotel con ella. La cantidad de dinero de sus mesadas que recibe probablemente no sea muy diferente a la mía, pero creo que tiene recursos financieros increíbles y sabe ahorrar. Primero me di una ducha y me acosté en la cama.

Nunca soñé con venir a un lugar como este. Nunca pensé en ir a un lugar donde pudiera vivir la vida nocturna por primera vez.

Sin embargo, creo que hay una sorprendente falta de atmósfera o algo así.

Sin tensión ni ansiedad. Lo único que tengo es una vaga sensación de somnolencia y aburrimiento. Mientras no sepa la verdadera naturaleza de lo que hay entre Komaki y yo, es posible que mis sentimientos no cambien.

Komaki regresa después de un rato. Llevaba sólo una toalla de baño y, aunque se puede decir que parecía glamorosa, en realidad no parecía real.

Sin decir nada, Komaki se sienta a mi lado y pone su mano en mi barbilla.

El beso fue tan cálido como siempre.

Su lengua se desliza en el espacio entre mis labios, se mueve para saborear todo el interior de mi boca y finalmente envuelve mi lengua. Fue un beso dulce y embriagador. Me pregunto dónde aprendió esto.

Aunque en realidad no quiero saberlo.

“Recuerda lo que te hago por el resto de tu vida”.

Ella hace todo lo posible para decir algo que es evidente.

Desde que me robó mi primer beso, ya nunca más podría olvidarla. ¿Le preocupa que la olvide?

Su mano se acerca lentamente. Las uñas claras que vi algún día ya habían desaparecido y lo único que quedaba eran uñas naturales bien formadas.

No brilla tan artificialmente como antes, pero creo que es hermosa. Estar a la moda no es una mentira, pero el verdadero color que había más allá de su piel era tan hermosa que deslumbraba mis ojos.

Un rostro serio que no se tiñe de maquillaje. Sólo pensar en eso mirándome hace que mi corazón se acelere. No sé calienta ni palpita, solo da vueltas y vueltas. Todo tipo de emociones se arremolinaban a mi alrededor y sentí como si quisiera gritar, sacar todo lo que está en el interior de mi pecho.

“Está bien, Umezono… Tranquila.”

Sorprendentemente no hubo resistencia. Me resistí cuando nos besamos por primera vez, pero mi mente ya está entumecida y extraña, y la razón es ella.

Pero creo que eso es bueno.

No soy sólo yo quien está extraña, Komaki también. Así que está bien si todo se vuelve extraño hasta el final. Cuando acepté eso, acaricié suavemente la cabeza de Komaki.