Nadie es perfecto, decían mis padres.

Bueno, entonces ¿Qué soy yo?

No pude atreverme a decir esas palabras durante mucho tiempo.

Desde que era niña me han dicho que soy increíble. Puedo hacer todo perfectamente, e incluso cuando hacía algo por primera vez, podía hacerlo mejor que alguien que lo había estado haciendo durante mucho tiempo. Por eso todos decían que yo era una genio y que era perfecta.

Mi apariencia aparentemente bien parecida y educada, probablemente también influyó en que me llamarán de esa manera.

Pero no me gustaba escuchar eso. Puede que suene un poco raro, pero yo quería estar en sintonía con todos los demás y hacer algo juntos.

Sin embargo, como podía hacerlo todo sola, no pude colaborar en ninguna actividad con mis amigos.

No importa lo que hiciera, siempre decían lo mismo: Komaki-chan puede hacerlo sola. Sin embargo, si me contenía aunque sea solo un poco, me decían que me estaba burlando de ellos. Ya no sabía qué hacer.

“¡Komaki! ¡Compitamos de nuevo!”

Incluso cuando quedó claro que mis habilidades eran anormales y comencé a distanciarme de quienes me rodeaban, hubo una cosa que permaneció igual y nunca cambiaba.

Fue mi relación con Wakaba Yoshizawa.

Era una chica misteriosa que me desafiaba a competencias en cada oportunidad y ni siquiera recordaba si alguna vez estuvo al menos cerca de ganarme.

Antes de darme cuenta, ella estaba a mi lado y nunca me dejó.

¿Por qué?

No la entiendo. Ella siempre me sonreía alegremente y cada vez que la veía, mi corazón se hundía. Fue cuando estaba en segundo grado de primaria que descubrí la verdadera identidad de aquella rara persona.

En ese momento me di cuenta de que definitivamente era diferente a la gente que me rodeaba. Me di cuenta de que había una brecha insalvable entre otras personas y yo, y que nunca podría ser normal. Y llegué a odiarme.

“Soy una persona normal, ¿Verdad? Todo el mundo dice que soy perfecta y que puedo hacer cualquier cosa, pero también esa misma gente se enoja conmigo y me odia. ¿Soy realmente una persona normal?”

Wakaba era la única persona con la que podía hablar de estas cosas. Incluso mis padres confían demasiado en mis habilidades y creían que ya era lo suficientemente madura para no necesitarlos.

Wakaba fue la única que me miraba directamente y pronunciaba mi nombre como si fuera alguien normal.

“¿De qué estás hablando? ¡Komaki es un ser humano, perfecto verdad! ¡No tienes que preocuparte por cosas así!”

Recuerdo haberla visto sonreír y decir eso, y dejé de respirar.

Porque se veía tan hermosa.

Parecía preocupada y un poco asustada. Sin embargo, me mostró una sonrisa incómoda en su rostro porque en serio quería tranquilizarme, aquello atravesó mi corazón.

Sus palabras entraron y se fundieron en mí con más suavidad que cualquier otra palabra de cualquier otra persona. Entonces sucedió. Empecé a creer en mí misma como un ser humano.

Debido a que Wakaba me mostró su sonrisa, me volví humana.

Wakaba me dijo que era humana, así que ya no me sentía ansiosa.

Ahora que he llegado a creer que soy un ser humano, decidí vivir orgullosa de mí misma. Después de ser aceptada por Wakaba, me dí cuenta de que podía vivir mi vida con orgullo y comencé a amar a la gente común y corriente que no es perfecta.

Con el tiempo, dejé de ser odiada por la gente.

Cuando tuve una perspectiva más amplia, me di cuenta de que los humanos parecían sorprendentemente simples y fáciles de controlar.

Puedo agradarle a cualquier persona.

Con una sola excepción.

“Komaki. ¿Cuál fue tu puntuación total en el examen?”

Los sentimientos de Wakaba eran lo único que no podía controlar.

Cuando estaba en segundo grado, me di cuenta de que ella me gustaba. Creo que a ella también le gusto. Sin embargo, lo que yo siento y ella siente son sentimientos totalmente diferentes.

No importa cuánto intentara hacerla cambiar, no podía lograr ser especial para ella y ni siquiera podía ser su mejor amiga.

Siempre fui su tercera mejor amiga.

En la escuela secundaria, tuvo su primer amor. La persona con la que ella estaba hablando era un año mayor que yo y cuando la miré, ví que los ojos de Wakaba se llenaron de un color que nunca había visto.

El color que le muestras a tu mejor amiga.

El color que le muestras a la persona que amas.

Ninguno de esos dos colores podía verlos cuando ella me miraba.

Mi amor por ella y su amor nunca coincidirán. Si le pidiera que me amara, ya ni siquiera seríamos amigas.

He estado pensando en ello durante mucho tiempo.

Si no puedes amarme. Si no puedo ser tu mejor amiga, sólo hay un color único para mí que puedo recibir de ella.

El color del odio.

Wakaba no odia a la gente. Nunca la he visto odiar a nadie. Por eso quería convertirme en la persona que ella odiara y ver mi color especial en sus ojos.

Pasé el rato con tu senpai y me divertí con él . Le dije eso a Wakaba.

El color de sus ojos cambió notablemente.

Desde el color que se dirigía en general hacia sus amigos, hasta el color del resentimiento ardiente que nunca antes había visto. Era un sentimiento especial que sólo era para mí, algo que siempre había deseado.

Pero incluso eso se desvaneció con el tiempo.

Los sentimientos de mera aversión de Wakaba no eran únicos. Tiene muchas cosas que no le gustan, como la calabaza amarga y el jengibre. Antes de darme cuenta, estaba en la misma categoría que esas cosas.

¿Cómo puedo hacer que me odies aún más?

¿Qué debo hacer para mantener ese algo especial que es único para mí? Pensando, pensando y pensando, decidí quitarle la dignidad.

Le quitaré todo lo que ella ama, grabaré mi ser en su memoria y me convertiré en una cicatriz indeleble. Eso era todo lo que podía hacer por ahora.

Wakaba.

Incluso si Wakaba se enamora de alguien en el futuro, se casa y da a luz a un hijo. Yo fui la primera persona que besó Wakaba, fui la primera persona que la vio desnuda en su habitación y fui la primera persona con la que tuvo una cita.

Quiero que nunca lo olvides.

…Eso es lo que yo pensaba.

“…Jaa”

Me di la vuelta en mi cama y sostuve el portaminas negro hacia la luz. Decepcionada por solo recibir una bolsa vacía del portaminas blanco que le compré a Wakaba, pensé en tirarlo, pero cuando miré dentro de la bolsa, lo encontré.

Era un artículo nuevo a juego que ella me había regalado.

Cuando la gente hace este tipo de cosas, tiende a equivocarse y cometer tonterías. En ese momento, si tan solo me hubiera confesado como alguien normal en lugar de intentar que ella me guardara un rencor especial. Me preguntaba si ahora, ella estaría saliendo conmigo.

Para mí, ella podría parecer alguien fácil de alcanzar, pero no.

Sé lo que le gusta y lo que no le gusta. Pero no puedo leer sus emociones. Creo que me odió justo después del incidente que ocurrió en segundo año de secundaria. Sin embargo, cuando la volví a encontrar, ya no me guardaba rencor y me trataba de la misma manera que antes.

Después de ganar el juego de la dignidad, me confundí aún más.

Comes las cosas que no me gustan, te conviertes en mi almohada y buscas las cosas que valoro.

Aunque dice que no le agrado, siempre es amable conmigo.

Entonces no sé que siente o piensa. ¿Acaso tiene el espíritu de una santa que puede ser amable con las personas que no le agradan?

O tal vez soy solo yo.

“Wakaba”

Me dio este portaminas.

Me entregó un portaminas nuevo para reemplazar el roto. ¿No es eso una real expresión de su intención de permanecer juntas de ahora en adelante? No le darías un artículo que combine a alguien que odias tanto y quieres romper toda relación con esa persona lo antes posible.

Valió la pena comprar ese potaje de maíz que ni siquiera tomé y sentarme ahí para que me viera. Sin embargo, debido a que recibí el portaminas, me siento aún más confundida acerca de ella.

Personalmente, creo que lo peor que le hice, fue en mi segundo año de secundaria.

No, todavía estoy haciendo algo incluso peor. Aprovecharme de que ella no puede rechazar nada de lo que digo y quitarle algo importante cada vez que puedo.

Sé que teme mis represalias. Creo que por eso no se resiste.

Pero, pero. ¿Besarme o comprarme un portaminas es un acto de miedo?

No lo sé.

Si me odias, sigue diciendo que me odias y actúa como si me odiaras. Ojalá pudiéramos confirmar nuestros sentimientos diciendo que yo también la odio tanto como ella me odia a mí. Al menos nuestra relación, todavía podría ser de personas que se odian. Pero como ella hace todo lo contrario, no entiendo nada.

Creo que no queremos ser enemigas.

Quiero ser tu pareja. Quiero que me ames. Quiero ser tu novia.

Eso es lo que pienso cada vez que es amable conmigo, cada vez que me dice débilmente que me odia.

Sin embargo, en ese momento, decidí no confesarle mi amor y ahora ella me odia, por lo que no pude decirle que la amo. Mientras digamos que nos odiamos, podemos estar juntas. Pero si digo que la amo, incluso esta relación se romperá y ella podría desaparecer de mi vida.

Entonces no puedo expresar mis sentimientos. Si hago algo a medias, ni siquiera podré ser parte de sus recuerdos.

……Pero.

Sin embargo.

“……Si”

Si no puedo tener su corazón, al menos quiero estar en su corazón.

Quiero dejarle una cicatriz indeleble para que, incluso cuando se convierta en una anciana marchita, yo permanezca en su corazón.

Lo conseguiré en el siguiente desafío.

Sí, ya lo decidí.