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2028-capitulo-8

Aunque no éramos las mejores, de alguna manera fuimos buenas amigas. Así fue Komaki para mí hasta mi segundo año de secundaria.

Eso cambió después de que Komaki se robara al chico que me gustaba en ese momento.

No, es una palabra inapropiada decir que me lo robó. Komaki comenzó a salir con un estudiante del último año del que estaba enamorada y, al cabo de un mes, Komaki lo dejó.

Si eso fuera todo, probablemente sería una historia común y entendible. Empezaron a salir por alguna razón, pero algo salió mal entre ellos y rompieron. He escuchado esta historia muchas veces de varios amigos.

Pero la cosa no terminó ahí, y fue cuando empecé a odiar a Komaki.

“Sabía que a Wakaba le gustaba ese tipo, así que salí con él. Por eso lo dejé después. Cuando rompimos, ¿qué crees que dijo?: Qué, que era lo que no me hacía feliz, que él haría lo que sea para solucionarlo. Aunque su premisa estaba equivocada, él ya había cumplido con hacerme feliz”.

Komaki dijo eso con mucha calma. Creo que nunca he odiado a alguien tanto como en ese entonces.

Recuerdo tener tantas emociones encontradas que quería golpearla.

Si nunca hubiera conocido a Komaki, mi superior podría no haber resultado herido. Lo que más odiaba era que Komaki, lastimó a mi superior sólo para lastimarme a mí. (Ndt: superior = senpai)

Pero tal vez fue mi culpa, por haber hecho algo que hiciera que Komaki me odiara en primer lugar.

Parte de la razón por la que Komaki hizo eso definitivamente era yo. La persona que amé resultó herida por mi culpa.

Más que nada, me sentía una mala persona porque automáticamente me desilusione de mi superior al ver cómo se aferraba desesperadamente a Komaki, casi rogándole.

Probablemente soy la razón por la cual la personalidad de Komaki está tan distorsionada. Si hubiera sido más firme en mis acciones, tal vez ella no despreciaría a la gente tanto como lo hace ahora, y su personalidad tal vez no habría estado tan distorsionada como lo está ahora.

Aunque sé que, al fin y al cabo, todo eso no son más que suposiciones, y que la realidad que tengo ahora es lo único que importa.

“Bueno, me alegro de que esté soleado”.

Dice Marín, entrecerrando los ojos como un gato. Parecía un hada de primavera con un traje de tenis rosa claro.

Ahora es julio, así que está fuera de temporada.

Vinimos a la cancha de tenis como prometimos el otro día. Hay algunas personas que suelen venir durante los días festivos, pero hoy está casi vacío.

“Sí, es un buen día para practicar tenis”.

Responde Komaki, que vestía una impoluta ropa blanca. Ojalá se manche de barro en las pistas de tierra mojada.

No tengo muchos buenos recuerdos del tenis. Mi superior que me gustaba, en cuestión era también mi superior en el club de tenis. Había divisiones separadas para tenis masculino y femenino, pero yo iba a menudo a ver a mis compañeros mayores.

Creo que pude haber estado enamorada. Es alguien bastante genial, bueno en el tenis y tenía una maravillosa actitud extrovertida.

Sin embargo, después de ser abandonado por Komaki, no había señales de él. Ahora no sé si realmente lo amaba, pero si lo hubiera consolado en ese entonces, me pregunto si algo habría cambiado.

Probablemente nada hubiera cambiado. Komaki tiene un encanto que vuelve loca a la gente, y mi superior estaba completamente enamorado de ella.

Si pudiera cambiar algo del pasado, sería mi forma de ser al lado de ella. Probablemente debería haber tratado a Komaki de tal manera que ella no menospreciara a la gente ni me odiara.

Todavía me arrepiento de la forma incorrecta en que me comportaba con Komaki.

Sólo hay una cosa que se me ocurre que explica por qué ella es como es ahora. Seguramente no, definitivamente, fue por mis fracasos de ese entonces.

“Bueno, comencemos con una volea ligera y luego lo haremos en formato de partido”. (Ndt: no sé nada de tenis perdón si me equivoqué 😢)

Dijo Marín con una sonrisa cálida.

“Espera un momento. Recuerda que hay una principiante aquí.”

Kaori se queja.

“Está bien, está bien. Lo resolveremos de alguna manera”.

“Gracias. En serio, sólo lo he practicado en clase”.

Después de hacer algunos ejercicios ligeros de calentamiento, nos formamos en dos grupos y golpeamos la pelota pasándola entre nosotras. Naturalmente, termino formando pareja con Komaki. Incluso en la escuela secundaria, Komaki era la mejor tenista del club. Como siempre, yo quedaba en segundo lugar.

“Ha pasado mucho tiempo. Estoy jugando otra vez con Wakaba”.

“Así es.”

Me pregunto cómo debería sentirme al estar emparejada con Komaki a pesar del odio que me tiene, a pesar de que tuvo tanta malicia hacia mí en el pasado para hacer sufrir a otros. Supongo que es raro después de todo.

“¿No están tus brazos algo oxidados?”

“Creo que esa debería ser mi línea”.

Aunque sé que es imposible que las habilidades de Komaki se oxiden, trato de burlarme de ella. Golpeé la bola de color amarillo verdoso hacia ella.

“Wakaba-ba-san.”

Quizás porque no estábamos solas, la voz de Komaki era muy aguda. Me duelen los oídos, pensé mientras golpeaba la pelota que regresaba de ella. Mi raqueta que no está equipada con amortiguadores de vibraciones me transmite un ligero impacto.

“¿Haces esto a menudo con Marín?”

Marín y las demás discutían y golpeaban la pelota en un lado de la cancha. No parece que estén prestándonos atención.

“¿No vas a responder?”.

“…Aunque dejé las actividades del club a mitad de año, seguimos siendo buenas amigas”.

Dejé las actividades del club en mi segundo año de secundaria porque no podía soportarlo más. Pero Marín y yo de alguna manera nos llevábamos bastante bien, así que hemos estado juntas desde entonces. Creo que probablemente sea mi mejor amiga. No ha cambiado nada desde la escuela secundaria.

“¿Por qué dejaste las actividades del club?”

“Es por lo que hizo Umezono”.

Fue después de ese incidente que dejé de llamarle Komaki y empecé a llamarla Umezono.

“¿Es fue la razón?”

“No hay otra razón más que esa”.

No le he dicho a Marín por qué dejé las actividades del club. No hay manera de que pueda hablarle de eso.

“Ojalá me hubiera quedado”.

De repente, la pelota traza un amplio arco. Komaki trota para recogerlo y luego se acerca a mí.

“Oye. ¿Qué te gustaba de ese idiota?”

Me susurró al oído y salté arriba y abajo. Komaki tiene una sonrisa sádica en sus ojos y me mira como una serpiente.

Como era de esperarse, tiene mala personalidad.

“Incluso si se lo dijera a Umezono, ella no lo entendería”.
(Ndt: joder, el autor debe ser fan del Joker xd)

No es que quiera darle de probar su propia medicina usando la frase que me dijo antes. Simplemente pensé que Komaki no sería capaz de entender lo que significaba enamorarse de alguien.

Ella se ve a si misma como alguien perfecta y siempre menosprecia a los demás. ¿Es posible que una chica así se enamore de alguien inferior a ella?

No, es imposible. Puede que le resulte fácil manipular a las personas a su voluntad, pero nunca se enamorará de ellas. Es más fácil para ella llegar a odiarlos.

“Umezono puede odiar a la gente, pero no puede amarla”.

Los ojos de Komaki se abrieron por un momento y luego frunció el ceño. Era tan sutil que cualquiera que la viera de cerca le sería difícil notarlo.

“Me enoja que alguien como Wakaba haga suposiciones sobre mi persona”.

“En ese caso, en lugar de hacer cosas horribles como en aquel entonces, deberías empezar a salir con alguien que realmente te guste”.

Mi voz se vuelve un poco áspera. No tiene sentido que me enoje ahora.

“… alguien que realmente me guste.”

Su cara parecía estar llorando mientras murmuraba eso para sí misma. Me empezó a doler el pecho y me dolía mucho. He visto esa cara muchas veces.
Ella no puede llorar por culpa de su orgullo y otras cosas más, por eso derrama lágrimas en su corazón.

¿Pero por qué pone esa cara ahora?

“Nunca podré salir con alguien así”.

Me lo dijo como si vomitara y saltó la red. Su falda se balancea ligeramente y su perfume me hace cosquillas en la nariz.

Mientras estaba aturdida, una pelota vino volando hacia mí desde Kaori y las demás y me golpeó directamente en la cabeza.

“Ah! Lo siento”

Escucho la voz de Kaori. Recogí la pelota volada y me volví hacia ella.

“¿Kaori?”

“Lo siento, lo siento, no te enojes”.

Dejé escapar un suspiro. El impacto de la pelota golpeando mi cabeza hizo que me olvidara momentáneamente de todo y perdí la noción de lo que estaba pensando hace un momento. Intenté no mirar a Komaki y le di la pelota a Kaori.

“Mejor te enseño yo Kaori, pareces no tener mucho control.”

“Oh, por favor sé amable.”

Me uní al grupo de Kaori.

Mientras tanto, sentí los ojos de Komaki sobre mí.