Frente a la estación de tren había un gimnasio sólo para socios. Convencido por un amigo, me hice socio, pero apenas iba al gimnasio. Acabé malgastando el dinero de la cuota anual. Había pasado tiempo desde la última vez que fui y noté cambios significativos en el interior. No sólo habían añadido más aparatos para hacer ejercicio, sino que también habían renovado los vestuarios.

 

Me puse la ropa de gimnasia, calenté un poco y empecé a utilizar los sencillos aparatos diseñados para principiantes cuando oí una voz familiar.

 

“¿Oh? Esta cara es bastante rara”.

 

Me giré y vi una cara que conocía muy bien. Era mi amiga. Tenía el pelo teñido de un color brillante y unos ojos delgados y encantadores. Tenía un físico esbelto y bien tonificado, sin rastro de grasa de más. El sujetador deportivo que llevaba se ajustaba perfectamente a su fuerte cuerpo.

 

“Kae, cuánto tiempo sin verte”, la saludé.

 

“Sí, ha pasado tiempo, Yuiko”, respondió alegremente, bajando la barra de brazos como de costumbre.

 

Kae Inukai. Era mi compañera de universidad y seguía siendo una buena compañera cuando de vez en cuando salía a tomar algo. Manteníamos una amistad que nada tenía que ver con el trabajo, lo que la convertía en una de mis pocas amigas íntimas.

 

No pude evitar volver a mirarla. Su figura era impresionante y costaba creer que tuviéramos la misma edad. Al ser entrenadora de danza, tenía un cuerpo esbelto digno de admiración. Su atuendo de entrenamiento dejaba al descubierto su abdomen, que mostraba unos músculos abdominales bien definidos, libres de cualquier exceso de grasa.

 

Teníamos la misma edad… y no pude evitar sentirme un poco avergonzada. Dudaba que alguna vez pudiera verme tan bien como ella con ese atuendo de gimnasia. 

 

“¿Eh? ¿Por qué me has estado mirando durante tanto tiempo?”

 

“No es nada. Sólo creo que tienes una gran figura”.

 

“Jajaja, gracias. Pero ahora que lo dices, creo que… ¿tu figura tampoco está mal?”. 

 

Sonrió con picardía… y luego me miró el pecho.

 

“¡Vaya, hacía tiempo que no veía esos pechos tan grandes, y siguen tan firmes! Qué regalo para la vista”. 

 

“No seas así, me estás acosando sexualmente”.

 

“Jajajajaja, lo siento”. 

 

Kae rió suavemente.

 

“Pero, Yuiko, no esperaba que vinieras sola al gimnasio. ¿Qué ha pasado? Te he pedido que vinieras antes, pero nunca lo has hecho”.

 

Kae me había recomendado este gimnasio.

 

Hace un año, al darme cuenta de que ya había superado la treintena, sentí que tenía que empezar a hacer ejercicio, así que me hice socia de este gimnasio… y después de ir dos o tres veces, no volví. Así suelo hacer las cosas.

 

En cuanto a por qué tardé tanto en volver después de tanto tiempo…

“Oh, es que… pensé que sería bueno hacer ejercicio y cuidar mi cuerpo”, dije, tropezando con mis palabras. 

 

En cuanto a por qué vine de repente al gimnasio… bueno, no es fácil de explicar.

 

“¿Hmm? Oh, está bien. Es bueno hacer ejercicio y mantener el cuerpo en forma”, respondió Kae despreocupadamente, sentándose en un aparato cercano.

 

Más tarde, Kae y yo hicimos bastante ejercicio juntas. Bueno, eso es lo que me gustaría decir, pero para una mujer de treinta y tantos a la que le falta ejercicio, es difícil dedicarse de repente a entrenamientos intensos como hace Kae. Mientras ella hacía ejercicios de alta intensidad, yo me tomaba descansos de vez en cuando y hacía algunos ejercicios ligeros que me venían bien.

 

“¡Ja, después de hacer ejercicio, tomar un sorbo de proteínas sienta de maravilla!”. dijo Kae, reponiendo sus proteínas en la máquina expendedora de la zona de descanso del gimnasio. En cuanto a mí, no era tan reflexiva como ella a la hora de hacer ejercicio, así que me limité a coger una bebida deportiva de la máquina expendedora. Vaya, es tan refrescante que me siento viva de nuevo.

 

“Por cierto, hace poco compré un geco leopardo. ¿Quieres echarle un vistazo?” Preguntó Kae. 

 

“Me encantaría”.

 

Me interesé. La afición de Kae es criar reptiles. No sólo tiene muchos lagartos, sino también unas cuantas serpientes. Parece que ha convertido una de sus habitaciones en un refugio de reptiles. A pesar de poner nombres a sus mascotas como si fueran perros, no tiene ningún interés en los mamíferos como mascotas.

 

Para ser honesto, mi interés por “ver vídeos de reptiles” en realidad fue influenciado por Kae. 

 

“Guau, es tan mono. Todo blanco, es realmente hermoso…”

 

“¿Verdad? Lo vi por casualidad en la tienda de reptiles. Fue amor a primera vista, así que lo compré rápidamente”, dijo Kae, deslizando la pantalla de su teléfono. La imagen mostraba un geco leopardo con el cuerpo blanco como la nieve, mostrando su adorable apariencia una tras otra.

 

“¿Es un lagarto morfo blanco?”.

 

“Es un poco diferente. Es un morfo llamado ‘Super Snow’, que es el resultado de criar un lagarto morfo blanco con un lagarto morfo nieve. El color blanco de este pequeñín queda súper chulo”.

 

Los distintos gecos leopardo pueden mostrar diferentes colores corporales y posturas. La gente suele referirse a estos rasgos heredables como “morfos”. Cuando dos morfos diferentes se aparean, a veces producen un nuevo morfo con características de ambos progenitores.

 

“Ah, ya había decidido no criar más gecos leopardo”. 

 

“Tenías muchos el año pasado, ¿verdad?”.

 

“Sí, sí. Eran muy activos el año pasado. Todas las parejas que seleccioné se llevaban muy bien, y se apareaban una tras otra, luego quedaban preñadas… Por lo general, rara vez llegan a la fase de apareamiento. Me pregunto por qué”.

 

Suspiró y de repente cambió de tema. 

 

“Oh, hablando de apareamiento…”

 

Continuando con la conversación. 

 

“Yuiko, ¿has tenido sexo recientemente?” 

 

“¡Pfff!”

 

Accidentalmente derramé mi bebida.

 

¿Por qué de repente hace esa pregunta?

 

“Uh, ¿por qué preguntas sobre esto de repente?”

 

“¿Porque tengo curiosidad? Las dos tenemos más de treinta años y nos hemos divorciado. Sólo quiero saber sobre tu vida nocturna”. 

 

“…….. “

 

“Aparte de ti, no encuentro a nadie más con quien hablar casualmente de este tipo de cosas”. 

 

“…Bueno, preferiría que no preguntaras sobre esas cosas casualmente.”

 

Sin embargo, lo que ella dijo tiene sentido.

 

Entre mis amigos… ella es la única con la que podría hablar casualmente de esos temas.

 

 Si tuviera que discutir ese asunto, tendría que ser con Kae. 

 

“¿Eh? Yuiko, ¿qué dices?”

 

“….Hablemos en un lugar privado”.

 

“Oh, ¿vamos a tomar algo? ¡Genial! ¡Bebamos hasta el amanecer hoy~!” 

 

La cara de Kae se iluminó con una sonrisa.

 

Después de salir del gimnasio, fuimos a un izakaya popular.

 

Antes de conocer a Sanezawa-kun, había hecho una reserva en un izakaya un poco más caro, intentando aparentar ante él. Pero cuando se bebe con amigos, es mejor elegir este tipo de lugares asequibles y familiares, ya que se ha convertido en una costumbre para nosotros.

 

Entramos en una sala privada, brindamos juntos, jugamos a piedra, papel o tijera y nos ponemos al día de los últimos acontecimientos. Después de charlar durante una hora, por fin llegamos al tema principal.

 

Acabamos hablando de un tema bastante delicado.

 

“Hmm, así que así es… hablar de hombres que no tienen erecciones…”. 

 

Sostenía un cóctel con sabor a limón en una mano y hablaba con seriedad.

 

El contenido era bastante explícito, así que me había preparado mentalmente para ser juzgado o burlado. Sin embargo, Kae seguía tomándose el tema muy en serio.

 

Debería mencionar que estaba bebiendo whisky soda sin alcohol.

 

“Todavía estoy a dieta”, así se lo expliqué. Pero como había conseguido disimularlo, no indagó más. 

 

Bueno… no miento sobre estar a dieta.

 

“Por eso te afecta tanto”.

 

“…No es sólo estar afectada; no sé qué hacer”.

 

“Bueno, lo entiendo, comprendo cómo te sientes. Yo también lo he experimentado algunas veces. Es muy incómodo, no saber cómo manejarlo. Te hace sentir incómodo, y el ambiente se pone tenso”.

 

dijo Kae con simpatía. No sólo tiene más experiencia en relaciones que yo, sino que también tiene más experiencias sexuales, así que parece acostumbrada a manejar situaciones tan inesperadas.

 

“¿Qué edad tiene? La edad también podría ser un factor, ¿no?”

 

“De hecho, la edad no es realmente el problema… Sólo tiene veintitrés años”. 

 

“¿¡Veintitrés!?

 

Los ojos de Kae se abrieron de par en par, sorprendida.

 

“No puede ser… ¡Yuiko, has conseguido atrapar a un tipo tan joven! Es casi como un crimen!” 

 

“¡Q-Qué quieres decir con un crimen! Es mayor de edad!”

 

“Bueno, aún así parece un crimen… Vaya, realmente me has sorprendido. Nunca esperé que la conservadora Yuiko se involucrara con un chico tan joven…”

 

Por supuesto, aún no le he contado a Kae lo del embarazo. Le expliqué lo de Sanezawa-kun así: “Conocí a un chico, y después de acercarme a él, tuvimos sexo unas cuantas veces”. Kae probablemente también tiene parejas ocasionales, así que no quería que ahondara demasiado en el tema.

 

“¡Qué bien! Yo también quiero acostarme con un chico de 23 años. Ojalá pudiera ser más joven”, suspiró, sus palabras impredecibles.

 

“Bueno, ya sabes, si es un chico de veintitantos, es menos probable que tenga problemas físicos. Probablemente sea más un problema psicológico”, respondí.

 

“Los hombres a veces también tienen días malos, así que no le des demasiadas vueltas… Ah, ¿será que has venido al gimnasio de repente por él?”. preguntó Kae juguetonamente.

 

“……”

 

“Quieres hacer ejercicio y conseguir un cuerpo bonito para enseñárselo la próxima vez que tengáis sexo, ¿verdad? Vaya, ¡eres tan linda!”, se burló. 

 

“De ninguna manera… ¡Deja de entrometerte!”. Negué rápidamente y engullí el refresco de whisky sin alcohol.

 

Me quedé sin palabras. Había dado en el clavo.

 

“…Yo tampoco tengo elección. Hace tanto tiempo que no tengo sexo. Al fin y al cabo, tarde o temprano hay que hacerlo, y toda mujer quiere mostrar su hermoso cuerpo a un hombre.”

 

“Yuiko…”

 

“Además, él… ¡Después de quitarse la ropa, todo su cuerpo es increíble! Es muy fuerte y está en forma, con muchos abdominales. ¡Todo su cuerpo desprende energía juvenil! Pero cuando veo su cuerpo joven y fuerte, me siento tan vulgar…”

 

La conversación se fue tornando sombría.

 

“…Quizá sea por mi cuerpo por lo que no consigue tener una erección. Si yo fuera un poco más delgada y me ejercitara más, tal vez él estaría más excitado…”

 

“No, no, no, estás siendo demasiado negativa”, dijo Kae.

 

“En realidad, los hombres prefieren a las mujeres con un poco más de carne, ¿no? Incluso estoy trabajando en mis abdominales. Yuiko, tú sólo tienes unos pocos defectos, y estoy segura de que a los hombres les gustarías incluso más que yo”.

 

Sabía que intentaba consolarme, pero oírla llamarme “carnosa” y “defectuosa” a la cara fue un poco hiriente.

 

“Sé que no soy atractiva para los hombres, por eso empecé a hacer ejercicio. Lo hago por mí, pero todavía hay hombres que me critican. No me lo puedo creer. Lo siento, me he ido por la tangente”.

 

Kae suspiró y volvió a mirarme.

 

“De todos modos, no hace falta que te desanimes tanto. ¿Lo pillas? Escucha con atención, los ‘soldaditos’ de los hombres son en realidad muy frágiles y difíciles de manejar.”

 

Kae se inclinó hacia delante y continuó: “A veces no se les levanta por las razones más insignificantes, o pueden quedarse cojos a medio camino. Los hombres ni siquiera pueden controlarlo ellos mismos. Es como si se hubieran convertido en una especie diferente. Es como tener una mascota que a veces no escucha a su dueño”.

 

“¿Es así?”

 

“Sí, es así. Los ‘soldaditos’ son así”. 

 

Así que es así.

 

Así son los ‘soldaditos’ de los hombres.

 

“Si las mujeres son demasiado entusiastas durante todo el proceso, los hombres se sentirán presionados. Como dije antes, no necesitas preocuparte tanto. Muestra algo de confianza, Yuiko. Tu figura es realmente atractiva. ¿Cómo podría no excitar a los hombres?”

 

“…¿Esa es tu forma de piropear a alguien?”.

 

Me quejé ligeramente, pero me sentí un poco aliviada por dentro. 

 

“Cierto… Gracias, Kae, por entenderlo”.

 

“Bueno, es una forma de decirlo, pero aun así deberías hacer un esfuerzo”, respondió Kae. 

 

“¿Un esfuerzo…?”

 

“Sí, deberías esforzarte por complacer al hombre. Yuiko, ¿has hecho algo para complacerle? Por ejemplo, esto… y esto”, Kae hizo un gesto con la mano y, a la segunda mención, se señaló la boca.

 

Al comprender el significado implícito, mi cara se puso roja al instante. 

 

“Esto… ¿Estás diciendo…?”.

 

“¿Crees que las mujeres sólo están ahí para tumbarse y dormir? No, eso no sirve. Hacer el amor es un intercambio bidireccional. Además, es tan joven, ¿verdad? Así que debe estar deseando ver tus habilidades, ¿no crees?”

 

“¿De verdad…?”

 

¿Sanezawa-kun espera estas cosas?

 

¿Espera que yo… muestre mis habilidades a altas horas de la noche?

 

No quiero defraudar sus expectativas, pero por desgracia, me falta experiencia y mis habilidades son mediocres. Además, ya me he armado de valor para ser más proactiva. Si sigue pensando: “Vaya, esta mujer de treinta y tantos años está muy cachonda…”, no podré volver a enfrentarme a él.

 

“Pero… no tengo tanta experiencia”.

 

“Bueno, no hace falta que utilices técnicas explícitas. Por ejemplo…” 

 

Kae se inclinó hacia mí y me susurró.

 

Al oír sus palabras, me llevé una gran sorpresa.

 

“¿¡Qu-qué!? ¿Lo dices en serio? Estás bromeando, ¿verdad?”. 

 

“Eh, no, hablo en serio”.

 

Estaba tan asustada que me temblaba todo el cuerpo. Kae asintió en señal de confirmación.

 

“Hubo un tiempo en que salí con un hombre mayor… Tendría unos cincuenta años. Tal vez debido a su edad, sus habilidades en la cama eran un poco mediocres al principio, pero después de que hicimos esa cosa, inmediatamente se llenó de vitalidad.”

 

“¿Es verdad?”

 

“Bueno, a mí me parece bastante aburrido, pero los hombres, independientemente de su edad, parecen disfrutar con esas cosas. Son criaturas sensibles y delicadas. Pero, para ser sincera, al final, no son más que un puñado de tontos.”

 

“…………”

 

Con un profundo suspiro, Kae habló mientras yo permanecía atónita y aturdida a un lado. 

 

El consejo que me dio fue sencillamente increíble.

 

En circunstancias normales, nunca lo consideraría. Aunque alguien me amenazara con un cuchillo para que le entregara un millón de dólares, no cedería.

 

Sin embargo, ahora mismo, su extraña sugerencia me pareció una intervención divina y me aclaró la mente al instante.